La construcción y promoción de una identidad gastronómica chilena requiere el esfuerzo conjunto y el compromiso constante de los diversos actores que componen la cadena de valor de esta actividad económica, desde el Estado, pasando por la academia, la sociedad civil, las asociaciones gremiales, los proveedores de la industria, los comunicadores y, quienes están directamente en los fuegos, los cocineros y chefs.
Por Carlos Montoya Ramos
¿Te has preguntado alguna vez por qué un plato lleva determinados productos, o qué explica cada paso en una preparación? Un charquicán, unos porotos granados, o una cazuela, por más cotidianos que nos puedan parecer, todos comparten un ingrediente que no siempre es fácil de identificar: la historia y cultura de un territorio, una forma única de hacer las cosas, un alma transmitida por generaciones. Esto, en una definición que coquetea entre lo técnico y lo poético, es la identidad gastronómica de un país.
Para Eduardo Regonesi, gerente general de Achiga, la identidad gastronómica de un país puede definirse, en primer lugar, en sus productos y su historia. “Los países tienen productos que en muchos casos son únicos por las características propias del lugar. Después, la historia determina cómo esos productos a lo largo de generaciones se han transformado en platos. Cuando uno observa la gastronomía francesa o la española, por señalar algunas, muchos de sus grandes platos tienen un origen en momentos de escasez, cuando tuvieron que ingeniárselas para crear platos contundentes y sabrosos, como la sopa de cebolla y las sopas de ajo, o los pucheros que se hacían con los restos de la matanza”.
Otros factores que interactúan en la construcción de una identidad gastronómica, a juicio de Joel Solorza Fredes, director de la Escuela de Gastronomía de la Universidad de Las Américas, son la tierra, la experiencia cultural de un pueblo o nación y la memoria colectiva e individual de la gente que habita un territorio común, “con sus productos, aromas, sabores, recuerdos y formas de hacer. Eso crea una construcción cultural que es la gastronomía, que es muy propia de cada pueblo o nación. De ahí que se considere a la gastronomía como un patrimonio cultural de los pueblos”.
Y en esa amalgama de ingredientes concretos y simbólicos, el elemento que reúne a todos y les da sentido, para Eugenio Melo, presidente del Capítulo Chileno de la Asociación de Chefs Les Toques Blanches y Subdirector del Centro de Innovación Gastronómica de INACAP, es simplemente la gente. “Los ingredientes son interpretados y manipulados técnicamente por las personas que se encargan de realizar un buen trabajo en ese sentido. Desde nuestras madres y abuelas, hasta incluso los chefs que desarrollan nuevas técnicas, cada uno contribuye a forjar un camino en este aspecto”.
En definitiva, la identidad de una gastronomía podría definirse como una combinación única de factores culturales, históricos, geográficos y sociales que influyen en la forma en que se preparan los alimentos y se disfrutan en una determinada región.
“En el caso de Chile, elementos como la diversidad de climas y terrenos, la herencia indígena y la presencia de colonos, así como la abundancia de ingredientes locales, (pescado y marisco fresco, productos cárnicos, agrícolas y las frutas, contribuyen a la riqueza y variedad de nuestra gastronomía. Además, el mestizaje culinario y la creatividad de cocineras y cocineros a lo largo y ancho de nuestro territorio, juegan un papel importante en la definición de nuestra identidad gastronómica y de cada localidad”, afirma Alejandro Novella, creador, director y productor de Recomiendo Chile.
Identidad gastronómica: ¿Qué define a la cocina chilena?
Definiendo en su amplia generalidad el concepto de identidad gastronómica, enmarcarla en un territorio específico para llamarla con propiedad cocina chilena implica reconocer elementos singulares que se vinculan directamente con nuestra geografía.
Para Dalma Díaz Pinto, periodista especializada en turismo gastronómico, embajadora en Chile de la World Food Travel Association WFTA, y presidenta de APTUR Chile, la cocina chilena “cuenta con dos cosas que me encantan. La primera es que tiene un ordenamiento posible de hacer de norte a sur, de sur a norte; de este a oeste y de oeste a este. En cualquiera de esas direcciones, hay posibilidad de conectarse con la identidad gastronómica del territorio. Y por otra parte, el país tiene una riqueza y una variedad alimentaria única, que de verdad, no existe en otro macrodestino”.
Coincide con Dalma, la Presidenta de la Cámara de Turismo de Última Esperanza, en Puerto Natales, Adriana Aguilar, donde recientemente realizó el programa “Sabores Natalinos 2024”. “En términos generales, la cocina chilena cuenta con características bien particulares, pero las principales que reconozco son la variedad de los productos alimenticios, la calidad y el potencial de desarrollo, que se da de una manera tan marcada entre las diferentes áreas del territorio chileno”.
En tanto, siempre en la clave del sabor, Alejandro Novella reconoce además, que la cocina chilena se distingue por su uso creativo de especias y hierbas aromáticas, “como el cilantro, el ají, el merquén y el comino, que otorgan a sus platos sabores únicos y distintivos”.
Sin embargo, Joel Solorza considera que más allá de hablar de una sola cocina chilena, la diversidad del territorio, sus productos y su cultura, permite que sea más adecuado hablar de variadas cocinas chilenas.
“Es diverso nuestro territorio, nuestro clima nuestros productos, nuestra gente, tenemos una gastronomía del mar, de la Patagonia, del Chile Central, del norte desértico, y en cada lugar encontramos una gastronomía única en productos, en formas de hacer, con sus propias técnicas y métodos. No es igual la gastronomía de Chiloé a la de cualquier otro lugar de Chile, y esto aplica también a otras formas de la cultura, como la música, ya que si bien todos bailamos cueca, ésta es diferente en Valparaíso, en el Norte o en las Islas”.
Chile Te Quiero Comer: Una iniciativa colaborativa transversal
Chile Te Quiero Comer, es una marca que representa la alianza entre instituciones, asociaciones y organizaciones del sector turismo, gastronomía y hotelería, para promover y valorar la cocina chilena, la diversidad de sus productos y sabores, con el objetivo de fortalecer la identidad gastronómica de Chile.
“Este trabajo colaborativo ha generado un posicionamiento de la marca Chile al interior de nuestro país, fomentando el sentimiento de orgullo por lo que estamos haciendo en términos de identidad gastronómica. Es algo que no existía hace algún tiempo atrás y que hoy en día se ha estado construyendo y solidificando. Se ha utilizado como pretexto en la celebración del Día Nacional de la cocina chilena para transformarlo en algo más que una celebración, convirtiéndolo en un bien de consumo que la gente quiera y se sienta orgullosa de celebrar”, explica Eugenio Melo de INACAP y Les Toques Blanches.
En este marco, Eduardo Regonesi de Achiga destaca que la construcción de esta marca representa un gran paso en el fortalecimiento de la identidad gastronómica chilena. “Efectivamente, en Chile ha habido esfuerzos previos por poner la gastronomía chilena en primer plano, a veces tratando de hacerla más elegante, otras veces buscando lo tradicional. Sabiendo esto, creo que «Chile Te Quiero Comer» es precisamente una conjunción de voluntades en la que participan todos los actores de la industria en un esfuerzo conjunto. Aquí están los gremios de cocineros, la academia y prácticamente todas las escuelas de gastronomía, ninguno buscando ser el protagonista. Además, veo un esfuerzo por parte del Estado y de entidades públicas como Sernatur y la Subsecretaría de Turismo para contribuir en esto”.
De hecho, Chile Te Quiero Comer puede interpretarse como un paso para replicar las buenas prácticas realizadas por la institucionalidad del Perú para promocionar, como un proyecto de largo plazo, su rica gastronomía alrededor del mundo. Tarea que sin duda ha demostrado evidentes y exitosos resultados.
“En comparación con la experiencia peruana, de cómo lograron unirse y trabajar todos juntos con un objetivo común, que es su gastronomía, su pasaporte al mundo, considero que «Chile Te quiero comer» es un primer paso para mostrar la gastronomía chilena a Chile y al mundo. Creo que es un gran avance”, explica Paula Larenas, jefa de Extensión de Actividades Corporativas de INACAP y creadora de Cocina en Fácil.
El rol de la Academia en la construcción y promoción de una cocina chilena
Sin duda, un actor fundamental en la cadena de actores que participan en la gastronomía chilena es la academia, formando a los nuevos chef y profesionales de la industria. De hecho, para Joel Solorza de la Universidad de Las Américas, un cocinero con un grado académico, “sin lugar a duda fortalecerá lo nuestro y nos hace pensar en un futuro prometedor”.
En el caso de la Escuela de Gastronomía de la UDLA, el estudio de las Cocinas Andinas, que se ha plasmado en sus programas de estudio, como evidencia de un lugar común en donde compartimos historia, territorio y formas de hacer, para desembocar en nuestra cocina chilena, “ha permitido a los estudiantes de nuestra casa de estudios comprender la gastronomía local como un valor patrimonial que de alguna manera nos ayuda a entender lo que somos”, agrega Solorza.
Por su parte, en el caso la Escuela de Gastronomía de INACAP, Eugenio Melo, explica que a lo largo de nuestro país se dedican 22 sedes a esta carrera y han estudiado 10.000 estudiantes la formación en gastronomía.
“Entonces, podemos entender que esos 10.000 estudiantes, más los egresados y titulados que están en el mundo laboral, están contribuyendo a cambiar nuestra forma de entender la gastronomía. Una industria profesionalizada significa mayor calidad, mayor seguridad alimentaria, mayores desafíos y mayor innovación”, concluye Melo.
El rol del Estado y la Hoja de Ruta para la Experiencia Gastronómica en Turismo 2024 – 2030
La experiencia y la información recabada en materia de turismo gastronómico ha permitido establecer que la cocina chilena está dentro de las 3 principales razones por las que nos visitan los y las turistas extranjeras.
Este dato, a juicio de Verónica Pardo, Subsecretaria de Turismo -y Gastronomía-, como a ella le gusta señalarlo, impone un importante desafío a nivel interno. “Cómo, con gallardía y orgullo, mostramos este atractivo a nivel internacional. La data habla por sí sola y nos impulsa a llevar a cabo distintas instancias como, por ejemplo, la incorporación de la gastronomía como la mesa del turismo con mayor protagonismo en cada una de las ferias y eventos internacionales a los que asistimos para promover el país. Sin duda tenemos un tremendo desafío para el cual hemos venido trabajando”.
En esta materia, desde la Subsecretaría de Turismo explican que durante el 2023 se trabajó con todos los actores del ecosistema gastronómico la construcción de la Hoja de Ruta para la Experiencia Gastronómica en Turismo 2024 – 2030. El documento, que se lanzó y que se encuentra a libre disposición desde diciembre, invita a todos y todas a sumarse a las iniciativas que desde el Ejecutivo se llevan a cabo para dar la importancia que tiene la gastronomía, el encadenamiento que genera y las infinitas posibilidades e instancias de aporte que realiza a todo el territorio nacional e internacional
“La Hoja de Ruta de la Experiencia Gastronómica en Turismo es un documento que busca consolidar y promover nuestra identidad culinaria como un atractivo turístico clave. Estamos comprometidos con proporcionar a quienes nos visiten una experiencia completa que involucre todos los sentidos y los sumerja en la riqueza de nuestra herencia gastronómica”, afirma Pardo.
No obstante, aunque este tipo de iniciativas representan las acciones concretas que desarrolla el gobierno para fomentar y fortalecer la gastronomía chilena, en su calidad de actividad económica y patrimonio cultural, la Subsecretaria Verónica Pardo llama a reconocer el valor de la gastronomía por su “alta capacidad de conectar esferas laborales y espacios territoriales, fomentar la creación de emprendimientos generando aporte económico a los territorios; y potenciar la identidad y el empoderamiento local. Por esto, la invitación es que sigamos trabajando por la formalización, la capacitación y el desarrollo de herramientas que permitan seguir potenciando el rubro gastronómico”, concluye.
Recomiendo Chile: Un embajador de la identidad gastronómica chilena
Recomiendo Chile es un programa de investigación y difusión con 25 años de existencia a nivel de concepto y procesos, y 15 años de emisiones continuadas por Canal 13 en señal abierta y cable. Surgió con el propósito de mirar nuestro país desde el plato que le da sentido a un territorio y/o localidad. En este viaje, con más de 200 capítulos, se ha dado a conocer el patrimonio cultural de la gastronomía chilena a través de sus productos, preparaciones y conocimientos ancestrales. Simplemente, y como lo define Alejandro Novella, creador, director y productor de Recomiendo Chile, son los “saberes y sabores” de nuestra tierra.
“En cada episodio, además de presentar las recetas típicas del norte, centro y sur del país, hemos puesto en relevancia actividades ancestrales y tradicionales, como el trabajo de artesanos, agricultores y emprendedores; promocionado y compartido sitios de interés histórico, turístico y natural; y fomentado la protección y respeto por el medio ambiente. Por lo tanto, se trata de un programa que no solo difunde las bondades de nuestro territorio, sino que también contribuye a la promoción de nuestra identidad, nuestros valores y, por supuesto, al sano entretenimiento”, explica Novella.
La metodología de Recomiendo Chile se sustenta en diversos pilares, uno de ellos es la investigación, donde realizan investigaciones exhaustivas sobre la gastronomía chilena, explorando su historia, ingredientes, técnicas culinarias y platos tradicionales. Esta investigación les permite comprender mejor la riqueza y diversidad de la cocina chilena y destacar sus características distintivas.
También consideran la promoción de productos locales. “Destacamos y promovemos productos locales chilenos, como frutas, verduras, pescados, mariscos, carnes y vinos, que son fundamentales para la cocina chilena. Trabajamos en colaboración con productores locales y empresas para resaltar la calidad y diversidad de los ingredientes chilenos y fomentar su consumo tanto en el mercado nacional como en el internacional”, detalle el director de Recomiendo Chile.
Finalmente, brindan apoyo y visibilidad a cocineras y cocineros, en sus casas y restaurantes, que están comprometidos con la promoción y preservación de la gastronomía nacional. Destacan sus esfuerzos, talento y creatividad a través de entrevistas, reseñas y colaboraciones, y los animan a seguir explorando y promoviendo la cocina chilena en todas sus formas.
Gracias a este trabajo sostenido, Recomiendo Chile puede considerarse un pionero en lo que respecta a contribuir activamente a la construcción y fortalecimiento de una identidad gastronómica nacional mediante la investigación, difusión, promoción de productos locales y el apoyo a pequeños, medianos y grandes actores de la cocina chilena.
“Recomiendo Chile es una serie documental que aporta una mirada moderna a la gastronomía de Chile y principalmente contribuye a un recorrido y reconstrucción de la identidad de nuestro país, a través de símbolos que representan lo que realmente somos, dejando de lado la comida rápida, para centrarnos en los porotos con merquén, las tortillas y tantos otros platos que no pueden escapar a nuestro sentido de pertenencia. Vamos así recogiendo diversos aspectos ligados a la comida como núcleo de nuestra identidad, que invita a participar en este reconocimiento de nuestras tradiciones, y de alguna forma a degustar, de diferentes aspectos, saberes y sabores desconocidos de nuestro país”, manifiesta Alejandro Novella.
Desafíos: Construir una identidad gastronómica sostenible y de alcance global
Sin duda, la construcción y promoción de una identidad gastronómica chilena avanza día a día gracias al esfuerzo y compromiso conjunto de los diversos actores que componen la cadena de valor de esta actividad económica. Sin embargo, cuando se busca imitar experiencias exitosas de gastronomías que se han instalado en el imaginario colectivo como un patrimonio cultural global, como la cocina francesa, italiana, o en nuestro mismo continente, la cocina peruana, el horizonte ofrece diversos desafíos que es necesario enfrentar con voluntad y sentido de urgencia.
Para Paula Larenas, jefa de Extensión de Actividades Corporativas de INACAP y creadora de Cocina en Fácil, una buena calidad de servicio es fundamental para seguir consolidando nuestra identidad gastronómica. “Es importante valorar nuestra variada cocina y respetarla. Debemos enorgullecernos de nuestros paisajes y geografía, ya que de esta forma la gastronomía se une de la mano con el turismo. Y, por supuesto, es vital contar con una buena calidad de servicio. Creo que en este aspecto tenemos mucho que mejorar. La gente a menudo ve el trabajo en la industria de servicios como algo temporal, pero creo que se puede hacer una carrera muy satisfactoria en este campo”.
Por su parte, para Joel Solorza Fredes de la Universidad de Las Américas, la atomización entre los diversos actores la industria es un elemento necesario de considerar.
“Siento que uno de los grandes problemas que hemos tenido como actores de la gastronomía chilena ha sido la atomización que hemos creado con nuestras organizaciones. Ahora bien, no se puede pensar que ese impedimento haya sido insalvable para lentamente haber logrado una construcción de nuestra cocina, pero siento que aún tenemos mucho que hacer, lograr que todos los días, sean el día de las cocinas chilenas, y demos mayor importancia a nuestras cocinas regionales, crear mayores instancias de conversación y fraternidad en nuestro oficio. Tal vez esa sea la llave para una sólida construcción de lo nuestro”, sostiene Solorza.
En esta misma línea, Dalma Díaz Pinto, embajadora en Chile de la World Food Travel Association y presidenta de APTUR Chile, coloca énfasis en construir una gobernanza corporativa “que entregue las garantías para contar con lo que se necesita en lo legal, en lo financiero, en lo educacional, en lo moral y en lo promocional para tomar la decisión de qué quiere ser Chile en relación con la gastronomía”.
Por ejemplo, detalla la presidenta de APTUR, “debemos decidir si queremos un país que ofrece lo que sabemos que tenemos y que nos permite sacarle partido comercialmente, para que los dueños de negocios y emprendedores puedan tener una mejor calidad de vida a través de sus propuestas aisladas de comida y bebida con sello local, o en cambio, ser un destino de turismo gastronómico reconocido en el mundo por esta vocación y oferta organizada disponible todo el año, que releve la gastronomía en su máxima expresión como parte de la cadena de prestación de servicios del turismo”.
Y desde una visión enfocada en la integridad de los productos y las preparaciones, Alejandro Novella, de Recomiendo Chile, reconoce que el acceso cada vez mayor a ingredientes, técnicas culinarias y estilos de cocina de todo el mundo, puede llevar a una pérdida de identidad culinaria local.
“Por eso, es importante encontrar un equilibrio entre la adopción de influencias externas y la preservación de las tradiciones y sabores únicos de la cocina nacional. Con el paso del tiempo, se corre el riesgo de perder conocimientos culinarios tradicionales transmitidos de generación en generación. Dado esto, es fundamental preservar estas prácticas culinarias ancestrales a través de la documentación, la educación y el apoyo a comunidades y grupos que mantienen viva la cocina tradicional. Finalmente, es necesario adoptar enfoques sostenibles en la producción de alimentos y promover la conservación de recursos naturales para garantizar la viabilidad a largo plazo de la gastronomía que nos da sentido y pertenencia”.
Finalmente, para Eduardo Regonesi de Achiga, el principal desafío para avanzar en el fortalecimiento de una identidad gastronómica chilena descansa en la relación que tienen los niños con la cocina.
“Porque al final uno siempre está recordando los sabores de la infancia. Es muy importante que nuestros niños consuman comida chilena y no solo comida extranjera o comida rápida, que a veces puede influir en ciertos gustos adquiridos. Este es el principal desafío, además, si no somos capaces de que el chileno se identifique con su cocina, entonces estas iniciativas no tendrán ningún efecto. Creo que esto debe comenzar desde la niñez. Hoy en día, con la tendencia de cocinar menos en casa y optar más por restaurantes, tenemos la obligación de ofrecer una variedad gastronómica que recurra a nuestro rico recetario en todo Chile”, concluye Regonesi.
Lortech: Soluciones para llevar la cocina chilena a todos los rincones del país
Proteger y difundir la identidad de la gastronomía chilena, algo que obviamente implica el reconocimiento de nuestras recetas típicas, también incluye que cada plato emblema pueda llegar a todos los rincones del territorio, sorteando cualquier obstáculo logístico que dificulte el acceso a ingredientes, productos y preparaciones.
Precisamente, cuando la logística se convierte en un desafío para la gastronomía, Lortech entrega innovadoras soluciones en gestión de temperatura para el Canal Horeca a través de su amplio mix de equipos.
“Para nosotros en Lortech, la cocina chilena ofrece una experiencia culinaria única y diversa, con una rica variedad de ingredientes locales y una fusión de influencias culturales que la hacen excepcional. Además, hay que destacar que Chile cuenta con una amplia gama de productos frescos, como mariscos de alta calidad, frutas y verduras frescas, y carne de vacuno de primera calidad, los que se combinan en platos emblemáticos que reflejan la cultura y tradiciones del país, y a los que deberían tener acceso todos los habitantes de este territorio, no importando su ubicación”, explica Guillermo Lorens, gerente comercial de Lortech.
Contenedores Isotérmicos: Preparaciones listas como recién preparadas
Entre las diversas soluciones que ofrece Lortech para el control y gestión de temperatura en el Canal Horeca se encuentran sus contenedores isotérmicos de las marcas Melform y Thermo Future Box.
En el caso de Melform, sus contenedores permiten transportar y trasladar comidas calientes, refrigeradas y congeladas, con una autonomía de 12 horas, utilizando placas eutécticas como apoyo. En tanto, con su marca Thermo Future Box, disponen de contenedores isotérmicos o térmicos, dependiendo del uso el cual se deseen dar, en distintos tamaños, que pueden llegar a mantener 4 horas de autonomía con la temperatura que requiere el cliente.
“Nuestros contenedores se adaptan perfectamente a las necesidades del sector, ya que tienen distintos tamaños para usos diversos, como transporte de preparaciones típicas de la cocina chilena que requieren llegar a destino a la temperatura ideal”, afirma Guillermo Lorens.
De hecho, los productos de Lortech permiten entregar opciones innovadoras a distintas problemáticas que afectan al mercado alimentario, como por ejemplo, disponibilizar preparaciones frescas en entornos logísticamente tan complejos, como los casinos periféricos de las operaciones mineras. “Ante desafíos como estos, en Lortech siempre podremos ofrecer una solución”, afirma Lorens.
Lortech
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ventas@lortech.cl
Dulox: Parte de la identidad gastronómica desde la cocina misma
La cocina chilena destaca por sus sabores y materias primas. Los miles de kilómetros de costa que acompañan nuestro territorio permiten que la diversidad de platos sea absoluta. Sin embargo, también existen marcas que con sus productos y su estrecha relación con la cocina han contribuido a plasmar una identidad gastronómica que nos identifica y hace únicos como chilenos.
Dulox es una de estas marcas, que en sus más de 80 años de experiencia ha visto de cerca la relación que tienen todos los actores de la gastronomía para que un plato salga a la luz y pueda ser degustado en su máxima expresión por el cliente.
“En Dulox importamos la materia prima de acero inoxidable y a través de un proceso productivo se transforma, guillotina, ensambla, pliega y se arma una plancha churrasquera, que posteriormente permitirá que una marca presente ese Lomo que muchos chilenos han degustado alguna vez. Por eso, tal y como sale un Lomo de la tradicional Fuente Alemana, que a simple vista es un plato sencillo y delicioso, existen un sin número de procesos productivos que permiten conseguir un resultado tan significativo como éste para la identidad de los chilenos”, explica Alexander Dulovits, gerente de proyectos de Dulox.
De hecho, gracias a su expertise en construcción de equipos gastronómicos 100% hechos en Chile, Dulox está presente en algunos establecimientos emblemáticos de la identidad gastronómica nacional.
“Uno de los emblemas de Dulox es su plancha churrasquera, y gran parte de las fuentes de soda chilenas conocidas tienen una plancha Dulox en sus líneas de producción. Marcas como Domino, Fuente Chilena, Lomitos Soler, Fuente Alemana, El Kika, Confitería Torres, Tip y Tap, Da Dino, Ciro´s, cuentan con un equipo sólido y confiable para esas demandas de encendido de una plancha desde las 7:00 hasta las 23:00 hrs. ¡Que más típico que un buen sándwich de la gastronomía nacional!”, afirma Paul Dulovits, gerente general de Dulox.
Diseños personalizados a la necesidad de los chefs
En Dulox, además de contribuir con la cocina tradicional, también ofrecen alternativas de innovación que surgen desde el diseño y la personalización de equipos gastronómicos.
“Este es un tema no tan explorado en Chile. Hay países que la fabricación de equipos crece con las necesidades especiales de la propia idiosincrasia, y no con una importación masiva de lo disponible en el mundo. En nuestro caso, Dulox tiene la capacidad de desarrollar la idea del cocinero y plasmarla en un equipo que satisfaga su necesitad y le quite protagonismo a la forma de prepararlo, para colocarla en creatividad del plato como tal, donde el cliente se cuestione incluso -¡Cómo lo hizo el chef!-, y la respuesta sea que existe una empresa chilena que fabricó un equipo en conjunto con el chef para desarrollar algo único”, concluye Andrea Dulovits, relaciones y gestión de personas de Dulox.
Dulox
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+56 2 2327 0500
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