Desde el corazón del Valle del Choapa se impulsa una propuesta que une origen, paciencia y excelencia. Una apuesta familiar que nace entre cerros y viñedos, donde la paciencia, el origen y el cuidado en cada detalle se transforman en una experiencia única para el paladar.
Por Carlos Montoya Ramos
En Quelén Alto, un pequeño sector de la comuna de Salamanca, se levanta la Viña Quelén Alto SpA, origen de Pisco Mallacún. El proyecto, liderado por Víctor Carvajal González y Vanessa Droguett Toro, nace como un emprendimiento familiar alejado de las grandes tradiciones pisqueras. “Desde hace muchos años, como matrimonio, nos interesamos en el mundo de los destilados y fermentados. Visitamos diversas viñas en la Región Metropolitana y destilerías en Atacama y Coquimbo. Fue así como surgieron las ganas de crear un proyecto enológico propio”, relatan sus creadores.
Tras descartar otras zonas vitivinícolas más consolidadas, decidieron volver al origen. “Reflexionamos mucho en este punto y decidimos hacer un proyecto raíces, que nos acercara a nuestras familias en el Choapa. Así llegamos a Quelén Alto, una comunidad con una rica tradición agrícola”, explican.
El nombre del pisco proviene del cerro Mallacún, un macizo rocoso que domina el paisaje y cuya tonalidad rojiza al atardecer inspiró la identidad del destilado. “El nombre Mallacún es un misterio; no tiene una traducción directa, aunque se especula que la terminación ‘cún’ podría estar relacionada con ‘kum’, que hace referencia al color rojo, el mismo que se observa en el cerro durante los atardeceres”.
Detalle, paciencia y una identidad propia
Pisco Mallacún se distingue por su elaboración minuciosa y el fuerte arraigo con su territorio. Las uvas Moscatel Rosada y Moscatel de Austria se cultivan con esmero en la viña familiar. “En el momento de la vendimia, esperamos pacientemente que nuestras uvas alcancen un grado mayor al que normalmente apuesta el mercado. Esto significa menos volumen de mosto, pero lo compensamos con una mejor calidad en nuestros alcoholes”, explican.
Durante la destilación, trabajan con un maestro destilador para extraer alcoholes con baja graduación, lo que permite obtener un pisco más delicado, potente y aromático. “En nariz, destaca por su intensidad; en boca, por sus notas explosivas y profundas”, señalan.
El proceso de reposo y afinamiento también marca la diferencia. Para el pisco añejado utilizan barricas de roble francés, nuevas y usadas, que entregan notas especiadas, mientras que el pisco transparente reposa en acero inoxidable para conservar su pureza frutal. El resultado: destilados con estructura, persistencia y una elegancia que se impone.
“Probar un Pisco Mallacún es vivir una experiencia sensorial profunda, elegante y con carácter. Nuestra primera botella corresponde al pisco añejado por 12 meses. En nariz, entrega aromas intensos a uva madura, cítricos y flores blancas, combinados con delicadas notas especiadas como clavo de olor, vainilla y frutas secas”, describen. En tanto, el pisco transparente destaca por su perfil más fresco, con notas a pasas, maní y un final limpio y vibrante.
Ambos productos reflejan una filosofía clara: “Pisco Mallacún no solo busca destacar por su sabor, sino también por el respeto al origen, el detalle en cada etapa y la convicción de que lo artesanal, hecho con pasión, siempre tiene un valor superior”.
Choapa: origen emergente para el pisco de alta gama
El entorno geográfico no solo influye en el producto, sino que es parte integral de su propuesta de valor. “El Valle del Choapa es una zona relativamente joven dentro de la vitivinicultura chilena, pero actualmente está viviendo un desarrollo significativo y prometedor”, explican desde la viña. Si bien ha sido proveedor histórico de uva pisquera para grandes cooperativas, hoy surgen productores que buscan dar valor agregado desde el origen.
“Se trabaja activamente en la creación de la Ruta del Vino y el Pisco junto a la Oficina de Turismo de Salamanca, como una forma de impulsar el enoturismo sustentable”, indican. Esta iniciativa busca posicionar al valle como alternativa real frente a zonas como Elqui o Limarí.
“Nuestro valle no solo entrega las condiciones ideales para un pisco de calidad, sino que forma parte esencial de su identidad, aportando historia, esfuerzo comunitario y una proyección ecoturística que recién comienza a florecer”.
“Soñamos con que Pisco Mallacún esté presente en gran parte de Chile”
Los fundadores reconocen que el camino no ha estado libre de cuestionamientos. “No han faltado los cuestionamientos, especialmente desde algunos servicios públicos, ya que no provenimos de familias con tradición pisquera o viñatera. Pero siempre respondimos lo mismo: nos hemos informado, hemos leído y nos hemos educado en estos temas y, sobre todo, ganas no nos faltan”.
Esa convicción los impulsa a soñar en grande. “Soñamos con que, en unos años más, Pisco Mallacún esté presente en gran parte de Chile, no solo como una opción más en el mercado, sino como una experiencia sensorial y emocional que conecte con quienes valoran lo artesanal y auténtico”.
“Nuestro propósito no es simplemente vender un destilado, sino invitar a conocer nuestra historia, nuestro territorio y nuestra manera de hacer las cosas. Queremos que, al brindar con Pisco Mallacún, las personas sientan que están compartiendo algo especial, que están saboreando un producto que honra sus raíces. Como dice nuestro eslogan: -En cada gota está el alma y el sabor del Valle del Choapa-”
Viña Quelén Alto SpA
contacto@vinaquelenalto.cl; ventas@vinaquelenalto.cl
+569 94279706