De una notoria cremosidad y marcadas notas a vainilla y almendras, la Miel de Ulmo Segosol es un producto de calidad indiscutible y alta sofisticación para los mercados gourmet.
Por Carlos Montoya Ramos
Cuando hablamos de superalimentos, sin duda uno de los más reconocidos es la miel de abejas. Esto porque, además de tener inigualables propiedades nutritivas, como contener vitaminas, minerales, enzimas, aminoácidos y antioxidantes, también tiene cualidades antibacterianas, desinfectantes, cicatrizantes y antiinflamatorias.
Asimismo, la miel de abeja es un ingrediente versátil y apreciado en la gastronomía por su sabor dulce y complejo. Como endulzante natural, se utiliza en bebidas, postres y productos horneados, proporcionando una alternativa saludable al azúcar refinada.
Su capacidad para caramelizar y añadir brillo hace que sea ideal para glaseados y marinados de carnes como pollo, cerdo y salmón. Además, es un componente clave en aderezos y salsas, equilibrando la acidez de vinagres y cítricos en salsas agridulces. En la repostería, la miel aporta humedad y mejora la textura de galletas, pasteles y panes, mientras que en bebidas como té, café, hidromiel y cócteles, añade un dulzor natural y complejo. De hecho, la miel es un producto que la humanidad consume desde hace miles de años.
Conociendo estas versátiles propiedades de la miel de abejas, Segosol lanzó al mercado su nueva Miel de Ulmo (Eucryphya Cordifolia) en formato de 1 kg., cosechada en los bosques nativos cercanos a la ciudad de Castro, en la Isla de Chiloé.
Sebastián Gómez, dueño de Segosol, explica que la miel monofloral de ulmo actualmente es muy escasa en los mercados, “fundamentalmente porque cada vez hay menos bosques de ulmo, lo que le da un carácter exclusivo a este producto, y los conocedores del mundo de la miel están dispuestos a pagar un poco más por ésta”.
Miel de Ulmo, un producto único para la gastronomía
La Miel de Ulmo de Segosol es traída directamente desde los bosques nativos del sur de Chile. Aromática, de textura cremosa y color dorado claro, la Miel de Ulmo es producida por las abejas cuando recolectan el néctar de las flores del Ulmo, un árbol nativo que abunda en la Región de Los Lagos.
El néctar de las flores blancas del Ulmo, proporciona a la miel de abejas una notoria cremosidad y marcadas notas a vainilla y almendras, lo que convierte a la miel con este origen botánico en un producto de calidad indiscutible muy cotizado en los mercados gourmet.
“En las cocinas de canal Horeca, la miel de ulmo puede ser un gran aporte como ingrediente para enriquecer los aromas de los alimentos, para mejorar el sabor de pasteles, panes y helados en repostería, además de otorgar un toque especial a los asados de carne, pollo, pescados y vegetales como calabazas, pimientos y zanahorias, entre otros”, afirma Gómez.
Conquistar nuevos mercados dentro y fuera de Chile
Para quienes quieran adquirir la Miel de Ulmo de Segosol, la empresa cuenta con una logística robusta capaz de satisfacer las necesidades de sus clientes en forma rápida y eficiente.
“Si bien es cierto que este producto pretende llegar a las manos de cualquiera que valorice su calidad excepcional, fue envasado pensando en concretar su arribo a las góndolas de tiendas exclusivas del mundo gourmet, ya sea en Chile o en otros países de Sudamérica y Asia Pacífico. Buscamos establecer relaciones comerciales de largo plazo con nuestros clientes, para hacer sostenible nuestro negocio y también para proporcionar estabilidad y tranquilidad a quienes nos elijan”, sostiene el dueño de Segosol.
De hecho, las expectativas que tiene Sebastián Gómez con la Miel de Ulmo Segosol, es “conquistar nuevos mercados dentro y fuera de Chile”, ya que, agrega, “creemos que como ha ocurrido con el vino chileno, nuestra buena miel podría llegar a convertirse en un excelente embajador de los productos chilenos en latitudes lejanas».
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