Lo que comenzó como un simple antojo se convirtió en un fenómeno viral. Dulcentorno, una pastelería especializada en donas, ha logrado posicionarse como una de las marcas más populares en redes sociales como TikTok e Instagram, donde miles de usuarios comparten su experiencia al probar sus creaciones. Detrás de su éxito hay más que una receta irresistible: una estrategia digital que ha catapultado el negocio y transformado la manera en que se consumen estos clásicos dulces.
De una idea casera a una revolución en redes
La historia de Dulcentorno comenzó como la de muchos emprendimientos gastronómicos: con dos fanáticos de las donas, José María Bastidas y Andreina De Sousa, buscando ofrecer algo diferente. «Queríamos crear sabores únicos, alejarnos de la típica dona y fusionar nuestras recetas favoritas con este formato», cuentan los fundadores.
Lo que no imaginaron fue la magnitud del impacto digital que lograrían. A medida que sus donas comenzaron a circular en redes sociales, la viralización fue inminente. Publicaciones mostrando sus audaces combinaciones de sabores, rellenos generosos y tamaños XL generaron miles de interacciones, llevando a Dulcentorno al estatus de foodporn en Chile.
La estrategia detrás del éxito
Más allá del boca a boca digital, Dulcentorno ha sabido aprovechar el potencial del marketing en redes. En 2024, en colaboración con la agencia Adinfluence, implementaron una estrategia que combinó influencers con campañas de performance digital. ¿El resultado? Más de 11.000 nuevos seguidores en un mes y un aumento exponencial en las ventas, especialmente en sucursales con menor tráfico.
El impacto no tardó en reflejarse en los trends de TikTok, donde cientos de usuarios suben videos probando sus donas más innovadoras, comparando texturas y reaccionando a cada mordida.
Expansión y consolidación
El éxito en redes también ha impulsado la expansión del negocio. Recientemente, Dulcentorno celebró la apertura de su nueva sucursal en Open Kennedy, con una recepción excepcional. Este crecimiento constante refuerza su posicionamiento en el mercado y su ambición de seguir conquistando el paladar de los chilenos.
Más allá de lo digital, los fundadores destacan que la clave del éxito radica en la calidad y autenticidad de su producto. “Nada es previamente congelado ni industrial. Trabajamos con recetas propias y la mejor materia prima, y creemos que eso es lo que nos diferencia”, afirman.
¿El secreto? Pasión, estrategia y constancia
Dulcentorno no solo ha demostrado que un emprendimiento gastronómico puede triunfar en redes sociales, sino que también ha servido de inspiración para otros emprendedores. «Todo lo que sueñas se puede lograr con trabajo, paciencia y disciplina», aseguran sus fundadores.
Lo que empezó como un negocio casero hoy es una marca en expansión que combina innovación, estrategia digital y un producto irresistible. Y, si algo han demostrado, es que una buena dona puede ser mucho más que un antojo: puede convertirse en un fenómeno cultural.