Malizioso, abrió sus puertas hace 10 meses y propone un concepto único que llega para chasconear la gastronomía italiana, fusionando autenticidad y modernidad en un espacio acogedor y lleno de historia.
Malizioso se presenta como una taberna pizzería, que va más allá de lo convencional. Con un horno de pizza hecho a mano, destacan sus preparaciones italianas como las pastas frescas, antipastos cuidadosamente seleccionados, y una destacada oferta de cervezas y vinos.
Ubicado en un edificio patrimonial, Malizioso rinde homenaje a la rica historia arquitectónica de Valparaíso. La reconstrucción meticulosa de este edificio ha preservado la esencia del lugar, creando un ambiente encantador que transporta a los visitantes a otra época, haciendo alusión a los inmigrantes italianos y sus técnicas culinarias.
En Malizioso, no solo se trata de comer, sino que va desde la cuidadosa selección de ingredientes frescos, hasta la atención personalizada del equipo, donde cada detalle está pensado para ofrecer una experiencia única. Con una decoración inmejorable, cuelgan de sus murallas 300 usleros que vienen a ser parte de la imponente decoración Maliziosa, amplios espejos italianos, cuadros que destacan en sus murallas y un acogedor patio de interior, es parte del panorama que Malizioso ofrece de lunes a lunes.
Algunas de sus preparaciones más destacadas son la pizza Guanciale, una preparación que viene con pomodoro, queso fior de latte, guanciale (tocino italiano), cebolla morada y queso gorgonzola. Por otro lado, la Pizza Maliziosa, es una exquisita masa preparada con queso fior de latte, mascarpone, corazón de alcachofa, pesto rosso y polvo de aceituna.
Malizioso y su huella sustentable, donde la pasión por la gastronomía se fusiona con la conciencia ambiental
La autenticidad de la gastronomía de Malizioso va más allá del sabor, ya que también cuenta con distintas acciones sustentables, buscando generar un impacto positivo en el medio ambiente y la comunidad local.
Por otro lado, Malizioso colabora con más de 35 productores regionales, especialmente en la obtención de verduras y hortalizas orgánicas. Esta relación de trabajo colaborativo no sólo asegura ingredientes frescos y de calidad, sino que también contribuye al desarrollo sostenible de la región.
