Daniel es viñamarino y periodista de la Universidad Adolfo Ibáñez de esa ciudad. Se ha desempeñado en el diario El Mercurio y como director de Extensión y Comunicaciones de la Universidad Santo Tomás de Santiago. Asimismo, hizo clases en la Universidad Adolfo Ibáñez y en Duoc UC. También trabajó en IMS, en la agencia de comunicaciones Burson-Marsteller y estuvo detrás de la radio online Molécula, hasta que finalmente se decidió a emprender con la pastelería La Berlín, creada en mayo del año 2017.
– ¿Por qué incursionó en una pastelería?
– En febrero de 2017 me quedé desempleado y tenía la opción de buscar trabajo o emprender. Siempre he tenido el bichito de emprender. No hace mucho tiempo había conocido a mi suegra, Claudia Franceschini, quien cocina espectacular, y siempre le preguntaba que por qué no incursionaba en un negocio. Hasta que quedé sin trabajo y le propuse que nos asociáramos: ella elaboraba tortas y yo las comercializaba. Así nació el proyecto previo a La Berlín, que formalmente se formó en agosto de ese año, cuando se sumaron mis actuales socios, Ana María Astaburuaga y Diego Acevedo, quienes fueron clave en el crecimiento de este negocio.
–¿Qué es lo más complicado de este tipo de negocios?
– Sin duda alguna, lo más complicado tiene relación con la producción y mantención de nuestros productos. Además, hay una inversión inicial importante para poder financiar la compra de cámaras de frío, hornos industriales y batidoras, entre otros equipos. Y, por cierto, lo anterior debemos hacerlo convivir con nuestra autoexigencia como emprendedores y con los estándares que nuestros clientes demandan. Nos hemos posicionado como una pastelería artesanal, pero también premium, que utiliza ingredientes de primer nivel. Además, nos preocupamos muchísimo de la decoración de nuestros productos y de todos los detalles, lo que se ve reflejado en la promesa de marca de esta pastelería, por tanto no podemos decepcionar a nuestros clientes bajo ninguna circunstancia.
– ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
– Cada día es muy distinto del anterior. Se trata de un trabajo muy exigente y sumamente dinámico. Tenemos desafíos permanentes y diversos, y afortunadamente estoy en una posición dentro de la empresa que me permite liderar muchas decisiones. Asimismo, trabajo con un equipo de personas extraordinarias, desde mis socios hasta los colaboradores más operativos. Hoy somos alrededor de 25 personas.
-¿Cuál es el diferencial de La Berlín?
– Nos definimos como una pastelería artesanal, puesto que la artesanía está presente en la elaboración de cada uno de nuestros productos. Todas nuestras decoraciones son hechas a pulso, por nuestro equipo de pasteleros. Además, nos preocupamos constantemente de innovar. También hemos focalizado parte de nuestros esfuerzos en la forma de comunicar a través de las redes sociales. Estamos convencidos de que lo principal es la satisfacción del cliente, y para eso nos preocupamos de su experiencia desde el minuto uno. Estamos muy pendientes del “viaje” completo de nuestros clientes, desde que es impactado por nuestra publicidad hasta la post-venta.
-¿Qué novedades han incluido, ya sea en su oferta como en el negocio mismo?
– Estamos contantemente innovando. Hoy tenemos líneas sin azúcar, sin lactosa y sin gluten. Utilizamos materias primas de alta calidad. También contamos con productos enfocados en los niños, como la reciente torta de Pascua de Resurrección, y, en paralelo, ya estamos trabajando en el desarrollo de una nueva torta para el Día de la Madre. También, como novedad en el negocio, hoy nos encontramos inmersos en la construcción de nuestra nueva fábrica, y estamos probando nuevos canales de ventas. Actualmente contamos con nuestra tienda física en Vitacura, la web (www.laberlin.cl) y estamos presentes en Cornershop, Rappi y PedidosYa.
www.laberlin.cl