A partir del complejo escenario económico que atraviesa la industria debido a los
efectos provocados por la pandemia, la Asociación Chilena de Gastronomía
señala lo siguiente:
Observamos con inquietud las serias dificultades que está enfrentando la industria
gastronómica en la actualidad. La crisis derivada de la pandemia afectó
transversalmente a todo el sector, obligando a los restaurantes a mantener sus
cortinas abajo hace más de 60 días. Si bien el servicio de delivery ha permitido
que una parte de los locales funcione como alternativa a la cadena de
alimentación, los ingresos por este ítem están muy por debajo de los que se
obtienen en un escenario de normalidad, haciendo muy exiguo el flujo de caja, lo
que sólo permite costear mínimos gastos de operación.
Sueldos, leyes sociales, arriendos y comisiones de distinta índole son parte de los
gastos que nuestros negocios deben enfrentar. Desde un principio informamos al
Gobierno de las urgencias del sector y solicitamos al Ejecutivo implementar
medidas que nos permitiesen sobrellevar esta crisis de la mejor manera posible, y
evitar así el cierre de los restaurantes. Muchos de esos requerimientos han sido
escuchados y están en proceso de materializarse en leyes o medidas
administrativas que han permitido brindar algo de respiro al sector, entre ellas, la
Ley de Protección al Empleo, créditos de emergencia (Covid-19) – aún con
muchas necesidades- y autorización del servicio de delivery.
Sin embargo, la industria necesita de un apoyo más integral, que involucre no sólo
al Estado, sino que también a los privados, a quienes les solicitamos hacer un
esfuerzo conjunto para enfrentar y superar esta severa crisis. En este sentido,
ACHIGA hace un llamado a las empresas que son parte de la cadena productiva
de la industria de la alimentación para hacer un esfuerzo y disponer de acciones
que permitan la pronta reactivación económica de la industria. Somos todos parte
del mismo ecosistema y si los restaurantes no sobreviven toda la cadena se verá
fuertemente afectada.
Por lo mismo, apelamos a la comprensión de nuestros proveedores, arrendadores,
las denominadas empresas de última milla y a los operadores de los sistemas de
pagos con tarjeta, para que reconsideren sus cobros y/o porcentajes de
comisiones que cobran a los establecimientos del rubro gastronómico. En el
escenario actual, estos significativos cobros adquieren una mayor relevancia,
porque resta una parte importante de los mínimos ingresos que están generando
hoy los restaurantes.
Para sobrevivir a esta crisis una vez que la pandemia esté controlada,
necesitamos que todos los actores que forman parte de la industria se unan por un
bien común. Necesitamos este respaldo para mantener vivo al sector y proteger
los más de 200 mil puestos laborales que genera esta actividad. Sin ello, será muy
difícil mantenerse en pie, como ya está ocurriendo a distintos restaurantes, con el
negativo impacto que ello supone para el empleo y las miles de familias que viven
y dependen de esta industria.
MÁXIMO PICALLO
PRESIDENTE
ASOCIACIÓN CHILENA DE GASTRONOMÍA
ACHIGA