Por Lore Villadangos
Dos días una noche para sumergirnos en toda la magia del sur, modo invierno, en la Araucanía Andina.
Una invitación de Sernatur Araucanía a comunicadoras relacionadas al turismo de Chile.
Quiero comenzar destacando, que todas las comidas que probamos fueron preparadas por los dueños de los recintos que vistamos y eso marca una gran y grata diferencia.
Día 1
Comenzamos el viaje bien temprano, a la 7:20 am el avión despegaba rumbo a Temuco, para estar ya con los pies en la tierra nuevamente, a eso de las 9 am. Primer destino: Malalcahuello, comuna de Curacautín, a una distancia de 110 kilómetros al noreste del Aeropuerto de la Capital Regional de la Araucanía, para que se hagan una idea.
Era mi segunda vez en Malalcahuello, pero esta vez en invierno. El termómetro marcaba 2 grados, yo no sé si fue porque estaba bien abrigada -con el equipo necesario para esa temperatura- o bien la belleza del lugar, que hacía que el frío pasara a segundo plano.
Toda la magia del sur, la sentías desde el minuto uno.
La primera parada oficial fue Parque Amavida. Estuvimos conociendo parte de sus 20 hectáreas, las que estaban completamente nevadas… simplemente mágico.
Este lugar que ofrece relajo y conexión con la naturaleza cuenta con cuatro cabañas, pero hay una en especial que me llamó la atención, la que simulaba una ruca mapuche, eso sí, moderna. Otra cosa que me cautivó, fueron las tinajas, ya que estaban inmersas en bosque nativo, en una mezcla de colores perfectas entre el café de la madera, lo verde de los árboles y lo blanco de la nieve. Daban ganas de quedarse toda la tarde con esa postal.
Juan Vio y Cecilia Estay son los dueños del lugar y también son trabajadores activos de Parque Amavida, ambos muy amables. Y fue Cecilia quién nos cocinó una comida especial para nosotras: sorrentinos rellenos de morchella y digueñes (hongos) con salsa de piñones, ambos productos locales que crecen naturalmente en esta región (no se cultivan).
Con la guatita llena y el corazón contento, nos fuimos a la Reserva Nacional Malalcahuello con Francisco Cortes y Catalina Farias de Etnika Ecoaventura, a hacer trekking con nieve. Una misión no fácil si se piensa que había varios centímetros de nieve acumulada y, además, a ratos llovía y a ratos nevaba, por lo que fueron necesarias las raquetas de nieve para esta actividad y la verdad ese es el caché del tour.
Siendo el objetivo máximo, conocer la araucaria milenaria. Dicen que tiene más de 2.000 años de antigüedad, algo que espero puedan confirmar pronto. Una característica única que tiene este ejemplar es que tiene un hueco por el que puedes ingresar, con todo tu cuerpo adentro de ella. Escuchar el silencio pleno, es posible allí. Teorías hay tres, pero la que al parecer es más certera es la del trueno.
El trayecto de tres kilómetros en total fue muy bonito, ya que anduvimos por un bosque de árboles nativos: lengas, ñirres, coihues y más araucarias.
Posteriormente pasamos a conocer el Hotel Corralco, en una pasada express y nos fuimos a deleitar con un chocolate caliente de avellana – muy único y rico-, a un lugar llamado La Estación en Malalcahuello. Este lugar ha hecho de este producto, su especialidad y vale totalmente la pena probarlo.
Para cerrar la intensa jornada, llegamos hasta el lugar en donde pasaríamos la noche: Casa Verde Hostal.
Si tuviera que definir la experiencia en tres palabras: Sentirse en casa.
Catalina Barba y Juan Carlos Navarrete -los dueños- te abren literalmente las puertas de su hogar, en una experiencia acogedora, en donde además compartes con otros huéspedes, creándose un ambiente único.
La cena fue cocida por ellos mismos, de entrada, crema de arvejas y espinacas. Plato de fondo fricando con verduras y puré de piñón. Finalizando con un postre de murtas con membrillo. Todo delicioso.
Esa noche el hostal estaba completo, compartimos un vino, una buena conversa y no dudo que todos los presentes nos fuimos a acostar felices.
Día 2
Llovió toda la noche y a la mañana siguiente seguía lloviendo. Desayunamos con los anfitriones para comenzar el día con energía. Todo muy rico, nos despedimos con algo de nostalgia, pero teníamos que seguir la ruta hacia Lonquimay.
El camino nevado fue una maravilla y, por si fuera poco, para llegar a Lonquimay tienes que atravesar el túnel más largo de Chile: Túnel Las Raíces (4.528 kilómetros de extensión).
Fue construido en 1939 con el fin de ser ferroviario. Es unidireccional, por lo que tienes que esperar la luz verde para avanzar. Hay bastante historia detrás, recomiendo que la busquen.
Lonquimay es bastante bonito, tiene varias construcciones modernas en madera, me sorprendió. Llegamos hasta la Plaza de Armas para encontrarnos con Juane Vidal de Agreste Chile y comenzar una aventura outdoor.
Fue una odisea el trayecto hasta su campo base, estaba todo nevado y llovía. Todos los que se sientan todo terreno, deberían ponerse a prueba con este tipo de caminos. Resulta bastante entretenido, por lo menos para los que no somos conductores.
Ya llegando arriba, Javi Cubillos (también de Agreste Chile) nos tenía preparadas sopaipillas y calzones rotos. Además de tenernos piñones y bebestibles calientes, necesario para entrar en calor.
Pese a que su oferta turística consiste en alojar tres noches mínimo en su cabaña, pudimos vivir una experiencia express. Fui la única que probó randonnee/esquí nórdico y moto de nieve, muy buena experiencia. Además, hicimos competencia de arquería.
Quiero recalcar que no es solo un lugar turístico, allí realizan programas de educación para colegios, programas para potenciar el trabajo en equipo para empresas y se considera espacio creativo para artistas. Sus instalaciones son eco construcciones y funcionan en gran parte gracias a la auto-sustentabilidad. Hay toda una filosofía detrás en Agreste Chile, los invito a conocerla.
Almorzamos en “Donde Juancho”, lugar ubicado en plena plaza de Armas de Lonquimay y en donde su mismo dueño -Juan Venegas – es el chef. Un lugar en donde la especialidad son las carnes. Probé el costillar de cerdo bañado en cervezas al horno con papas campesinas, muy bueno. La carta va cambiando día a día, pero no dudo que todos lo platos son deliciosos.
Sin duda, la calidez y cercanía de las personas de la Araucanía Andina son puntos importantes por resaltar en cuanto a lo que experiencia turística concierne. Algo que sin duda marca una diferencia y un lindo recuerdo -de esos que seguro- no se olvidan.
Si desean ver videos de las experiencias vividas, ingresen al instagram @lorexplorer_chile, en historias destacadas, llamada Araucanía Andina.
Contactos:
Parque Amavida +569 93439643 Cecilia Estay @parqueamavida_malalcahuello
Casa Verde Hostal +569 95262609 Catalina Barba @casaverdemalalcahuello
Etnika Eco aventura +569 96278258 Francisco Cortes @etnika_ecoaventura
Agreste Chile Javiera Cubillos @agrestechile
Donde Juancho Juan Venegas +569 84026584