- Máximo Picallo llama al Ejecutivo a considerar la situación particular en la que se encuentra la industria y lamenta que hasta ahora no se hayan acogido las siete medidas focalizadas que le presentaron a la autoridad para salvar a la industria.
Molestia existe en la industria gastronómica, por la falta de respuesta del gobierno para apoyar al sector con medidas especiales que viene solicitando hace semanas la Asociación Chilena de Gastronomía (ACHIGA).
Malestar que es refrendado por Máximo Picallo, Presidente de la entidad gremial,
quien señala que transcurrido cinco meses de una paralización casi total de los
restaurantes, aún no reciben la ayuda necesaria del Estado. “Esto nos mantiene en
una incertidumbre absoluta, ya que no nos dejan funcionar, pero tampoco
recibimos ayuda focalizada que nos permita permanecer cerrados, sin ingresos y
solventando costos fijos”, afirma tajante el representante de ACHIGA.
“En estos días hemos observado muchas aglomeraciones en los centros comerciales luego del retiro del 10% de las AFP, lo que ha permitido una reactivación transitoria de la economía, según palabras del propio Ministro de Economía. Sin embargo, nosotros debemos continuar cerrados por orden de la autoridad”, puntualizó el representante de ACHIGA.
“Lo que le pedimos al Ejecutivo es que resuelva de una vez esta disyuntiva: o nos apoya con medidas especiales para permanecer cerrados, o nos dejan abrir en condiciones que permitan una reapertura económicamente viable; pero seguir cerrados sin apoyo focalizado es una muerte segura para nuestro sector”, enfatiza Picallo.
En este sentido, agrega que “si bien las medidas generales que se han implementado hasta acá son un paliativo, en ningún caso permiten a las empresas gastronómicas garantizar su subsistencia, y por eso necesitamos de manera urgente un plan especial de salvataje para los restaurantes”.
El Presidente de ACHIGA advierte que “el sector enfrenta un escenario tremendamente adverso, que se prolongará incluso después de que comiencen a funcionar, ya que sólo podrán hacerlo inicialmente con aforos restringidos de 25%, lo que es insuficiente para muchos restaurantes, que en esas condiciones igual no podrán abrir”.
Las medidas especiales a las que hace referencia Máximo Picallo, son siete propuestas focalizadas para el sector que le enviaron al gobierno: suspensión o subsidio por pago de imposiciones; suspensión del pago de patentes y permisos municipales; subsidio para gastos de arrendamiento, implementación de protocolos y gastos en general; rebaja del pago del IVA para reactivar la demanda; adaptabilidad laboral especial para la gastronomía; programa de apoyo de retención de empleo; y aumento del período de gracia para créditos Covid-19 y créditos ajustados al sector.
“Si no contamos con las medidas especiales de ayuda que le hemos planteado al gobierno, muchas empresas del sector no sobrevivirán de aquí a diciembre, con el impacto que ello significa para una actividad donde el desempleo ya alcanza cifras históricas”, argumenta Máximo Picallo.
El representante gremial concluye afirmando “que no podemos seguir esperando” y pide al gobierno “no desentenderse del problema y acoger las demandas de la industria gastronómica, con la misma celeridad que lo ha hecho con otros sectores de la economía”.