Este chef dio sus primeros pasos en el Hotel Carrera, donde trabajó como auxiliar de cocina para poder pagar sus estudios de Electrónica, “pero al poco andar me di cuenta de que me gustaba la cocina y que tenía condiciones para hacer de este oficio mi carrera profesional. Desde entonces mi carrera ha sido ascendente, me ha permitido desarrollarme, poder estudiar y lo más importante, poder formar una familia. De eso ya han pasado 41 años, y creo que mi elección fue la mejor, me encanta lo que hago, lo que un día empezó como un oficio hoy es mi profesión y me siento bendecido con lo que hago”, señala.
– ¿Qué te motivó finalmente a estudiar y dedicarte a la gastronomía?
-Siempre me gustó el aroma de las hierbas, el poder cortar un tomate o un cholco desde de su mata, arrancar una cebolla desde la misma tierra donde fue sembrada, y ver cómo esos productos se podían transformar en preparaciones deliciosas, pero no fue hasta que comencé a trabajar para pagarme mis estudios que me di cuenta la atracción que sentía por la cocina y decidí ser parte de esta gran actividad la que me ha entregado muchas alegrías satisfacciones.
– Actualmente trabajas en Aramark, donde llevas varios años, ¿qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
-A pesar de que es un trabajo muy exigente y que debes estar siempre alerta es algo que me encanta hacer. Saber que alguien disfruta con lo que tú preparas es muy gratificante. Además, tener la responsabilidad de alimentar a miles de personas en condiciones que a veces no son las mejores y hacerlo con calidad y seguridad alimentaria es algo que me llena de orgullo. El cocinar y atender es lo mío, entregar lo que tu preparas y ver cómo influyes positivamente en las personas no tiene precio.
– ¿Qué ha sido lo más difícil que te ha tocado enfrentar?
-En lo personal lo más difícil ha sido estar lejos de la familia por trabajo, si bien se tiene una buena recompensa muchas veces te pierdes fechas importantes, emergencias o situaciones que requieren tu presencia y tú no puedes estar o llegas tarde. En una ocasión mi señora tuvo un accidente grave, y me encontraba a 1400 kilómetros de distancia, fue el día más largo y angustioso que he tenido en mi vida.
En lo laboral, creo que fue para el terremoto del 2010 cuando estuve a cargo de la preparación de 15 toneladas de salmón que fueron donadas por Salmones Chile para Talcahuano, y cuando me entregaron el producto, en un container fui increpado por personas que no tenían qué comer y hubo un intento de saqueo por una turba de unas 100 personas. Estas fueron contraladas por los marinos que estaban a cargo del estado de excepción que imperaba en esos días, y los cuales me acompañaron a todos los lugares en donde preparamos el salmón a la parrilla para la comunidad más afectada.
– ¿Cómo se han adecuado los casinos de alimentación colectiva ante la pandemia?
-Nuestros servicios estaban en una etapa de cambios en la entrega del mismo, ya había varios contratos en donde el cliente se auto atendía teniendo acceso a toda la oferta gastronómica del servicio que se estaba dando, por lo tanto, el cliente en ese momento decidía qué y cuánto comer. La satisfacción y valoración venían en alza, ahora con la pandemia tuvimos que adecuar nuestros servicios y volvieron a ser dirigido y los costos se han disparado por todo lo que tiene que ver con el control del Covid-19, la separación de mesas, aforo, lavado de manos e implementación de alcohol gel apara recibir a los comensales. Se está aplicando tecnología en cuanto a dispensadores automáticos de azúcar, café, salsas y aderezos, cubiertos y platos desechables todo biodegradables, porque también hoy juega un papel importante el medio ambiente.
– ¿Crees que estos cambios permanecerán por mucho tiempo?
-Creo que sí, hoy las personas aprendimos a convivir en pandemia, aprendimos a protegernos de los virus que nos pueden hacer daño y eso no va a cambiar. Seguramente en algún momento, se va a terminar el uso de la mascarilla, pero las exigencias a la hora de ir a comer afuera de tu casa se van a mantener y van a aumentar. Hoy la pandemia nos dejó claro que debemos cuidarnos y que la calidad y seguridad alimentaria no se tranza.
¿Cómo ves la evolución de los casinos ante las tendencias alimentarias y el uso de la tecnología?
-Bien por lo menos en la compañía estamos incorporando equipamiento con tecnología de punta que va en relación directa con el máximo aprovechamiento de la materia prima, disminución de las mermas y la obtención de un producto final de mejor calidad. Además de tener que estar al día con las tendencias alimentarias de las nuevas generaciones, la comida vegana, vegetariana, orgánica o libres de gluten, nos ha direccionado a reformular nuestras minutas y tener que ofrecer preparaciones que van dirigidas a estos nuevos comensales que cada vez son más exigentes con esta oferta gastronómica.
¿Te ves trabajando por mucho tiempo más en este mercado?
-La verdad no lo sé, mientras siga siendo un aporte continuaré trabajando para quién requiera de mis servicios, pero también sé que estaré ligado a esta actividad toda la vida, como dije antes soy un enamorado de este arte.
– ¿Tienes algún desafío o sueño por cumplir?
-Sí, por supuesto siempre hay algo por hacer, proyectos personales en carpeta, viajes, etc. Pero mi sueño como tal es ver a mi hijo obtener una medalla olímpica. Lo he visto sacrificar tanto por su deporte que, si lograra tener el máximo trofeo olímpico, sería para mí un sueño cumplido.