Marcelo es de la generación de 1994, Inacap Pueblito Parque O´Higgins. “Una generación de grandes cocineros y cocineras, de mucho espíritu y pasión por el rubro. Los hermanos Tapia, Alan Kallens, Carmen Izquierdo, Variña Astorga, entre otros”, dice.
Ya son 27 años dedicado a uno de los motores de su vida, como así indica, trabajando en distintos rubros de la gastronomía, tanto dentro como fuera del país. “He tenido la gran fortuna de complementar mi formación en CIA Culinary Institute of America de Nueva York. Así como también en distintos hoteles, restaurantes y emprendimientos gastronómicos. No puedo dejar de mencionar el Hotel Radisson Vitacura donde trabajé casi 8 años, como sous chef y luego como chef ejecutivo, donde se formó un grupo de profesionales de primer nivel, muy comprometidos y contribuyendo en aquellos años al desarrollo de la cocina chilena. Además, la experiencia de haber participado en certámenes gastronómicos dentro y fuera de Chile. También la posibilidad que he tenido de poder viajar a muchos países siempre con relación a la gastronomía y poder aprender de primera mano los sabores, costumbres y tradiciones de cada lugar. Actualmente y en paralelo de mis actividades tengo un emprendimiento de cocina saludable, PiensaVegetal”, expresa.
– ¿Cuántos años llevas trabajando en DuocUC?
-Ya son 14 años los que llevo en la Institución, años llenos de logros y metas. Ha sido un tiempo de mucho crecimiento, además de la fortuna de poder entregar todo lo que he podido ver y aprender durante todos estos años a los alumnos. Así como también la posibilidad de trabajar con colegas de mucha experiencia y conocimiento que han servido para seguir creciendo profesionalmente. Y además desarrollando e impulsando cambios académicos que vayan en consonancia con los tiempos actuales desde la Escuela de Gastronomía.
– ¿Cuáles han sido los mayores logros que has tenido en esta institución educativa?
-Sin duda alguna, han sido innumerables y muy satisfactorios los logros alcanzados a través de los años. He sido testigo y partícipe del poder transformador de DuocUC en su modelo educativo, en sus distintas sedes y con toda la infraestructura a través de Chile. De todo ese logro, destaco la posibilidad de estudio para muchos alumnos que son la primera generación en su familia en acceder a estudios superiores, logrando generar un tremendo cambio y crear un círculo virtuoso en torno a las posibilidades que se abren con su formación profesional. También la opción de generar un emprendimiento propio, crecer y dar trabajo a los demás, en ese sentido el emprendimiento en DuocUC adquiere proporciones muy significativas.
– ¿Qué es lo más difícil de enseñar a los alumnos?
-Según mi visión y experiencia todo se puede enseñar, hay que buscar la forma, adaptar las maneras e inflexiones para que todos logren los objetivos trazados. Para esto es fundamental tener un soporte adecuado en torno a los programas de estudios, las unidades de competencias y la metodología, claramente sumando los espacios adecuados para el aprendizaje, es por esto por lo que DuocUC se ha ido transformando en un líder en la educación superior. Lo que pienso que es un proceso un tanto más lento (para algunos) es despertar la pasión por la cocina, el servicio y todo el trabajo relacionado con ello. Ya que es un motor esencial para lograr desarrollo personal y profesional.
– ¿Cuáles son las fortalezas que debe tener un director y docente en el área educativa?
-Me parece que esas fortalezas deben ir por la trayectoria laboral, por la validación de los pares, por la experiencia y contribución al medio. Considerando la vocación de enseñar, de guiar, de formar a futuros profesionales que estén comprometidos con el desarrollo de la sociedad, con una sólida base ética dispuestos a trabajar por el prójimo y para impactar positivamente en el progreso del país, o del lugar donde se encuentren. También está la dimensión administrativa, esencial para que todos los procesos de enseñanza se encaminen en la dirección correcta.
– ¿Cómo ves a las nuevas generaciones de cocineros?
Según mi punto de vista, son generaciones ávidas de hacer cosas, con mucho impulso y con innumerables estímulos que hacen que su búsqueda sea permanente, además teniendo una conciencia mayor frente a los procesos productivos, así como la sustentabilidad de éstos, cuestionando y dejando en jaque lo que veníamos haciendo (mal) un poco por inercia. Es una generación que vino a cambiar y mejorar lo que ya tenemos.
– ¿Cuál crees que es hoy el mayor desafío para la gastronomía?
-Sin duda que adaptarse a estos tiempos actuales, pandemia y todas sus vicisitudes. En DuocUC, hemos tenido un trabajo colaborativo entre docentes, dirección de carrera, escuela y dirección de sede, que nos ha permitido seguir adelante con los procesos formativos y académicos de forma exitosa. Y para el rubro en general muy golpeado por estos tiempos, también se han abierto otras puertas de sistemas de producción (dark kitchens) así como también de despacho o delivery.
De cualquier forma, el desafío siempre sigue siendo generar la capacidad de incorporar nuevas tecnologías, nuevas formas de producción y adaptarse a esta cambiante realidad. Además, incorporando la sustentabilidad en todos nuestros procesos y el ahorro energético.
– ¿Tienes alguna meta por cumplir?
-¡Muchísimas! Seguir aprendiendo, seguir formándome y adquiriendo la mayor cantidad de conocimientos y experiencias, para poder seguir enseñando con todo el corazón y alma.
Además, seguir viajando y explorando nuevas culturas.