Los principales clientes de Beeco son restaurantes, cafeterías, hoteles, empresas agrícolas y grandes cadenas de alimentos a nivel nacional, así como emprendimientos y negocios 100% dedicados al delivery de menús semanales.
Por Carlos Montoya Ramos
Después de años como viajeros por el mundo, conociendo diferentes países y realidades, la más impactante que vieron los fundadores de Beeco fueron los rastros de plástico que se podían encontrar en todas las playas y lugares a los que iban.
“Fue ahí donde nos cuestionamos, ¿Por qué ocupar un envase plástico que demora 400 años en degradarse, si tan solo los usamos 5 minutos y los tiramos a un basurero? Esto nos inspiró a ser figuras activas del cambio y buscar soluciones que fuesen mucho más eficientes y amigables con el planeta. Hoy somos especialistas en envases compostables para delivery”, relata Ignacio Varela, fundador de Beeco.
Desde un comienzo, los productos de Beeco tuvieron una excelente recepción. La innovación en materiales, la variedad de productos y el estilo fueron claves para comenzar con sus primeros clientes. Si bien su propuesta es una alternativa nueva en el mercado, hay mucha conciencia e interés en conocerlos y migrar a un consumo más responsable.
Esto sumado al boom del delivery producto de la pandemia, y junto a la reciente promulgación en mayo 2021 de la ley que regula el uso de plásticos de un solo uso en nuestro país, la cual prohíbe la entrega de envases plásticos y que determina que, en un plazo de 6 meses, las cafeterías, restaurants, bares y establecimientos en general, no podrán entregar envases plásticos, el interés e importancia por este tipo de alternativas es aún mayor.
Los productos de Beeco abarcan una amplia gama de soluciones de packaging, desde vasos para caliente y frío, bombillas, cubiertos, envases para alimentos, bowl de ensaladas, clamshell, envases para sushi, pizzas, sándwich, salseros, servilletas, papel antigrasa, Natureflex, food cartons y bolsas con mangas. Todos son de origen vegetal sin residuos de plástico ni derivados del petróleo.
Asimismo, entre los diversos materiales de sus productos se encuentra el papel y cartón de fuentes renovables; CPLA & PLA, una alternativa de fuente vegetal al plástico; Baggase, caña de azúcar recuperada, muy fuerte y práctica; Hoja de palma y hojas de areca caídas y prensadas; Natureflex, una película transparente hecha de pulpa de madera, con cualidades antigrasa y Ecovio, material compostable a base de plantas.
Relación con el canal Horeca
Los principales clientes de Beeco son restaurantes, cafeterías, hoteles, empresas agrícolas y grandes cadenas de alimentos a nivel nacional, así como emprendimientos y negocios 100% dedicados al delivery de menús semanales. Respecto a este último, Ignacio Varela comenta que “este relativamente nuevo formato de delivery está creciendo enormemente a raíz de la pandemia y las cuarentena, y hemos visto como cada vez son más los que se preocupan de incorporar en su propuesta de valor envases amigables con el medio ambiente”.
Sin embargo, como toda innovación, en Beeco no han estado exentos de desafíos.
“Uno de los mayores retos ha sido dar a conocer y educar a nuestros clientes y consumidores sobre nuestros productos respecto de su origen, calidad, funcionalidad y aporte en la reducción de residuos hacia nuestro planeta. Chile es un mercado que de a poco es más consciente y se educa respecto de alternativas ecológicas, el mercado está avanzando en esa línea, al igual que la tendencia mundial, pero aún falta”, afirma Ignacio Varela.
No obstante, el fundador de Beeco agrega que el comprender las diferentes materias primas que utilizan, de donde provienen, cómo se fabrican y cómo se transforman en productos de gran calidad, diseño y funcionalidad, ha sido un largo proceso, “estamos muy contentos de ver que hoy ya son muchos los restaurantes, cafeterías, hoteles y en general el mundo del food service que se preocupan y toman acciones concretas para aportar su granito de arena en este sentido”.
Por lo mismo, consideran que han tenido una excelente recepción por parte de los establecimientos del segmento Horeca. “Se ve que hay un gran interés en migrar del clásico envase de plástico y aluminio a alternativas hechas 100% con materiales compostables”, confirma.
Esto, reconoce, vendría de una necesidad de mercado cada vez más grande. Hoy los consumidores finales valoran la utilización y adaptación del mercado a alternativas más amigables con el medio ambiente, hay conciencia en que no se puede seguir con los mismos hábitos de consumo arraigados durante las últimas décadas.
De esta manera, Ignacio Varela es enfático en señalar que “el calentamiento global, la sobreexplotación de los recursos es evidente y el nivel de contaminación y basura que se genera ya no es sorpresa para nadie. La conciencia ya existe y eso ha llevado paso a la acción. Las nuevas generaciones lo están exigiendo y eso se demuestra en su interés y en cómo el food service se ha ido adaptando a esto”.
El costo de la “compostabilidad”
Para Beeco, el principal desafío para masificar el uso de envases compostables es un tema económico.
“Somos conscientes de que este es un camino en construcción y que por seguro el mercado está avanzando en esa dirección. Hoy las alternativas compostables tienen un mayor costo económico que el plástico o aluminio. Lo entendemos y sabemos que incurrir en un costo más alto influye en la toma de decisiones que nuestros clientes hacen. Por ello, en Beeco, trabajamos día a día para acortar esta brecha, buscando nuevas alternativas que nos ayuden a que la decisión sea más simple en términos económicos. De todas maneras, esto va a ir mejorando con el tiempo a medida que la demanda sea mayor. Las diferentes materialidades permiten que la oferta sea muy amplia y con tarifas accesibles para todos los gustos”, reconoce Ignacio Varela.
En esta línea, como proyecto a mediano-largo plazo buscan avanzar hacia una Economía Circular en donde sus envases, además de ser utilizados, puedan pasar por un proceso de compostaje industrial eficiente para que su degradación sea en el menor tiempo posible, y así vuelvan a la tierra en forma de abono de manera sustentable. Si bien hoy eso se aplica, pretenden llevarlo a un nivel más avanzado, eficiente y masivo.
“La buena respuesta de nuestros clientes y de la comunidad nos reafirma el camino y nos lleva a estar en constante mejora, buscando nuevas materias primas, variedades y formatos para abastecer la enorme necesidad que hoy existe”, concluye Ignacio Varela.
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