Por Carlos Montoya Ramos y Ana Margarita Urzúa
Planificamos este viaje con cuatro meses de anticipación, y debido a la alta demanda nacional e internacional que genera visitar el Parque Nacional Torres del Paine, solo la gentiliza, coordinación y logística proporcionada por la Corporación Nacional Forestal, CONAF, nos permitió concretar nuestra aventura.
Primera recomendación: Planifica tu visita a las Torres del Paine con al menos seis meses de anticipación, lo que te permitirá realizar con holgura las reservas al interior del parque. Estas son obligatorias para pernoctar dentro del recinto. De lo contrario, solo se puede visitar durante el día.
Ruta W Parque Nacional Torres del Paine
Lo primero fue tomar un vuelo desde Santiago con destino Punta Arenas, y después de tres horas de viaje, se aterriza en el Aeropuerto Internacional Presidente Carlos Ibáñez del Campo, a tan solo 30 minutos en vehículo de la capital de la Región de Magallanes.
Punta Arenas cuenta con una amplia oferta de alojamientos, para todos los gustos y bolsillos. En nuestro caso, solo necesitábamos alojar una noche, en algo sencillo que nos mantuviera alejados del frío, y como nota al pie, debido al subsidio en el precio del gas, todas las construcciones de Punta Arenas cuentan con calefacción constante.
Algunos hitos imperdibles de esta hermosa ciudad son, el Kiosko Roca y sus tradicionales choripanes, o choriquesos con leche con plátano; la Plaza de Armas, donde si quieren volver, deben besarle el dedo al Indio; el Cerro La Cruz, donde se obtienen hermosas panorámicas de toda la ciudad, con el Estrecho de Magallanes de fondo; y la Zona Franca, donde al menos hay que destinar una tarde de vitrineo. Queremos dar las gracias a Guillermo Muñoz, Periodista de CONAF en Magallanes, que nos realizó un ameno tour por la ciudad. Guillermo, cuando vengas a Santiago, trataremos de ser tan buenos anfitriones como tú.
Vista de Punta Arenas desde Cerro La Cruz
Al día siguiente, partimos a Puerto Natales, en un viaje en bus que tarda tres horas. Llegamos a Natales cerca de las 20:00 hrs, y nuestro siguiente paso era llegar al Hostal Factoria, de la empresa Vértice Patagonia, que además de ayudarnos con el alojamiento de la noche previa a viajar al parque, cumpliría un papel fundamental en nuestro camino por la Ruta W.
Puerto Natales, pese a ser una pequeña ciudad, cuenta con todo lo necesario para planificar una travesía al Parque Nacional Torres del Paine. Existen diversas tiendas especializadas para comprar desde ropa técnica, hasta carpas y sacos de dormir. También está el supermercado, último punto para abastecerse de provisiones a precios convenientes, y para revisar los últimos detalles, hay pubs y restaurantes para satisfacer todos los gustos.
Segunda recomendación: Respecto al alimento, en Puerto Natales se encuentra todo lo necesario para enfrentar una aventura de varios días en Torres del Paine, por lo que no es necesario llevar provisiones desde Santiago, o Punta Arenas. Además, ante cualquier eventualidad con el equipamiento técnico e indumentaria para trekking, los precios, variedad y calidad de las tiendas en Natales son muy similares a los de Santiago.
Parque Nacional Torres del Paine
Día 1: Camping Torre Central – Mirador Base Torres
La travesía comienza a las 07:30 hrs. Los buses salen del Terminal de Puerto Natales, y el viaje tiene una duración de casi tres horas. Nuestra ruta comprendía llegar a la Portería Laguna Amarga, punto donde realizamos el registro e ingreso al parque. Desde este lugar, se debe tomar un bus, o también existe la opción de caminar, hasta el Centro de Bienvenida Cerro Paine, y de ahí, realizamos una breve caminata hacia el Camping Central, administrado por la empresa privada Fantástico Sur.
Acá fue el primer lugar donde instalamos nuestra carpa, organizamos nuestras mochilas, y a eso de las 12:00 hrs comenzamos la caminata al Mirador Base Torres, distante a 11 km, con una dificultad alta y un tiempo promedio de caminata, a buen ritmo, de entre siete y nueve horas.
Esta caminata comprende el primer apronte para comenzar a habituarse al clima de la Patagonia. Como nosotros fuimos los primeros días de marzo, nos tocó cielo despejado casi todos los días, pero así y todo, no hace calor. A eso deben sumar el viento, que oscila en ráfagas de 100, y hasta 140 km/h. También está la lluvia, que puede ser muy suave, o en el caso de las caminatas en mayor altura o cerca de grandes cuerpos de hielo, más intensa y fría… muy fría.
Respecto a la carga, o lo esencial para llevar en la mochila, para caminatas cortas o que no impliquen desplazamiento de la carpa, no es necesario cargar agua. El parque cuenta con innumerables riachuelos, causes y cascadas para abastecerse de agua pura, por lo que tampoco es necesario llevar filtros o pastillas potabilizadoras. Es recomendable llevar alimento liviano y calórico, una muda de ropa y elementos de seguridad para casos de emergencia: linterna, alguna pomada para las torceduras, antiinflamatorios y alguna manta.
La ruta hacia el mirador de las Torres del Paine comprende varios tipos de paisajes: planos, bordes de acantilados, bosques húmedos, subidas pronunciadas, mucho barro, piedras húmedas que exigen tobillos firmes, y otras rocas más grandes que hacen casi obligatorio el uso de bastones para conservar el equilibrio.
Tema aparte son las señalizaciones del camino. Al caminar se nota claramente la diferencia entre las zonas que están bajo la administración de CONAF, y las que pertenecen a Fantástico Sur. La señalética de CONAF es clara, constante y puesta en forma inteligente, lo que permite no dudar al momento de elegir un sendero. En tanto, la de Fantástico Sur es deficiente, en algunos casos casi inexistente, y en otros, ubicada en lugares ilógicos, como tras de árboles. Para evitar cualquier tipo de confusión, lo mejor es observar todas las señales, caminos demarcados, huellas, orificios de bastones, etc., para poder seguir en el camino correcto.
Tras 5 a 6 horas de caminata, la recompensa, o el premio, vale cualquier nivel de cansancio. Presenciar la majestuosidad de las Torres y su laguna es una experiencia difícil de explicar. La invitación es a vivirlo, llegar a sus pies y contemplarlas.
Mirador Torres del Paine
El camino de vuelta es más tranquilo, ya se conoce la ruta. Lo único que puede agregar un poco de dificultad es la caída en la luminosidad, aunque siempre es recomendable llevar una luz frontal guardada en la mochila de caminata, o en un bolsillo de fácil acceso.
Al llegar al campamento, tipo 22 hrs, después de alrededor de 9 horas de caminata, preparamos una comida ligera, en base a fideos de sopa instantánea, conservas de lentejas y atún.
Día 2: Camping Torre Central – Camping Italiano
Esta ruta la comenzamos cerca de las 11 hrs, ya que nos tomamos con calma el proceso de levantar la carpa y guardar todo nuestro equipamiento.
La caminata hacia el Camping Italiano, administrado por CONAF, comprende una ruta de 17 km, alcanzables en un tiempo estimado de 7 a 9 horas, y una dificultad media/alta. Prácticamente todo el camino se bordea el Lago Nordenskjold, de un increíble color turquesa y ráfagas de viento que levantan el agua como si fuese una columna de niebla.
Ráfagas de viento en Lago Nordenskjold
El paisaje tiene de todo, planos para descansar, vegetación para protegerse del viento, y casi a la mitad del camino, se llega al Refugio Cuernos, a los pies de los imponentes Cuernos del Paine, otra de las icónicas formaciones graníticas de este parque.
Cuernos del Paine
A este punto llegamos fuera del tiempo estimado y muy cansados, producto de cargar con todo nuestro equipamiento, lo que incluye la carpa. Sin embargo, acá queremos darle las gracias a nuestro amigo Mauricio Alberto, trabajador de Vértice Patagonia en el Refugio Grey, quien con su conocimiento del parque, su optimismo, calidez y buen humor, nos guío para poder llegar sanos y salvos al Camping Italiano, la que llegamos cerca de las 22 hrs.
A Italiano llegamos de noche, prácticamente a un paso de desmayarnos, producto del frío, cansancio, hambre, y hay que reconocerlo, errores en la planificación del tiempo de marcha. Sin embargo, fuimos recibidos por los guardaparques de CONAF, quienes nos esperaban con pan amasado recién horneado, algo que en esas condiciones climáticas y físicas, fue un lujo. Nuevamente es importante reconocer el trabajo de CONAF en el parque, manteniendo los senderos habilitados para caminar, la señalética visible y en buenas condiciones, y además, el refugio, con sus austeras instalaciones, ofrece lo necesario para recuperar fuerzas.
Día 3: Camping Italiano – Valle del Francés – Refugio Paine Grande
El tercer día de travesía comenzó con lluvia, así que tras un rápido desayuno y tomar solo lo necesario para una caminata de aproximadamente 3 horas, y sin la necesidad de levantar la carpa, comenzamos la ascensión hacia el Valle del Francés, en un recorrido de 3 km idea y vuelta, pero con una pendiente que, sin ser pronunciada, recuerda en las piernas que siempre se va en subida.
El paisaje es solo bosque húmedo, con constantes quebradas donde bajan pequeños cursos de agua, perfectamente abordables con un buen calzado impermeable.
Camping Italiano, CONAF
Si las condiciones climáticas lo permiten, desde el Valle del Francés se puede continuar subiendo para llegar al Mirador Británico, pero ese día los guardaparques de CONAF nos recomendaron solo llegar hasta Francés, debido a que arriba la lluvia era muy intensa, y en la Patagonia, nadie conoce mejor el clima que la gente de CONAF, así que la recomendación es siempre seguir sus indicaciones. En esta zona, donde el clima y la geografía pueden llegar a ser altamente impredecibles, no debe haber espacio para la improvisación o las actitudes imprudentes.
Valle del Francés
Llegamos de vuelta al Camping Italiano en perfectas condiciones, salvo un poco mojados, y listos para levantar la carpa y comenzar una nueva ruta, esta vez hacia el Refugio Paine Grande, de la empresa Vértice Patagonia.
Esta es una caminata en plano, por la orilla del lago. La distancia es de 7 km, con una dificultad fácil/media, y abordable en 2,5 a 3 horas. Sin embargo, esta parte de la ruta resulta muy triste y desoladora, pues se realiza por una de las zonas que resultó afectada en el gran incendio de fines de 2011 y comienzos de 2012. En ese entonces, 17 mil hectáreas fueron arrasadas por el fuego, producto de la irresponsabilidad de un turista israelí que hizo una fogata fuera de las zonas delimitadas para ello.
Actualmente, la flora correspondiente a arbustos y pastizales ya se ha recuperado, pero en lo que respecta a los árboles, un cálculo optimista señala que se necesitan 80 años, eso en el caso de no sufrir nuevos incendios. Hoy, cientos de lengas transformadas en carbón, son los mudos testigos de una catástrofe provocada por la irresponsabilidad de turistas inconscientes.
Tras efectivamente 3 horas de viaje, el imponente Refugio Paine Grande se muestra en la distancia, indicando que se acaba un nuevo día de caminata, y por ende, otra noche más de acampar bajo el cielo de la Patagonia.
Ruta hacia Paine Grandes, lengas quemadas producto del incendio
Al llegar a Paine Grande, fuimos recibidos con un trago de cortesía y una cena caliente simplemente perfecta, un premio más que merecido después de días de solo comer frutos secos, y comida de emergencia. Gracias Vértice Patagonia por la calurosa bienvenida.
Día 4: Refugio Paine Grande – Refugio Grey
Después de una noche agitada, con un poco de lluvia (algo normal), pero con ráfagas de viento que superaban fácilmente los 100 Km/h, y que supimos que se conoce en la zona como “viento rompecarpa”, nos levantamos con el ánimo suficiente para tomar desayuno en el refugio y comenzar un nuevo día de caminata.
Refugio Paine Grande
Nuestro destino era el Refugio Grey, también de Vértice Patagonia, y que recibe su nombre por encontrarse prácticamente sobre el imponente Glaciar Grey, gigantesca lengua de hielo perteneciente a los Campos de Hielo Sur.
Esta ruta implica una distancia de 11 km, caminables en 3 a 4 horas, y con una dificultad media. El camino presenta pocas pendientes, pero las dos o tres que son muy marcadas, también cuentan con piedra laja por la que corren cursos de agua, lo que aumenta el riesgo de resbalar. Las fuertes ráfagas de viento también son un factor a considerar al momento de caminar, ya que obligan a mantenerse firme. Tema aparte es el frío, el que se hace más intenso mientras más cerca se está del glaciar.
Finalmente llegamos a Grey tras 4 horas de caminata. Fuimos recibidos gratamente por el equipo de Vértice, armamos nuestra carpa y nos dirigimos montaña arriba a los Puentes Colgantes, punto de referencia para mirar desde arriba el Glaciar Grey. Acá tuvimos la suerte de ver cóndores, y la experiencia de cruzar los puentes, suspendidos sobre profundas quebradas, cumple con la cuota suficiente de adrenalina para los que tienen cierta aversión a las alturas.
Glaciar Grey
De vuelta al Refugio Grey, nos esperaba otra exquisita cena, comida caliente y la compañía de Mauricio y sus amigos, a quienes volvimos a encontrar en este punto del viaje.
Esa noche nos fuimos a dormir, pensando que el día siguiente sería el último de nuestra aventura.
Día 5: Refugio Grey – Refugio Paine Grande – Navegación Lago Pehoé hasta Pudeto – Puerto Natales
Nuestro último día comenzó muy temprano, a las 06:00 hrs, levantando la carpa en plena oscuridad, frío y lluvia, algo ya normal para nuestra rutina. Con todo el equipamiento listo, disfrutamos el desayuno, nos despedimos del equipo del Refugio Grey de Vértice Patagonia y comenzamos la marcha a las 08:00 hrs. Nuestro objetivo: llegar a Paine Grande antes de las 11:30 hrs, para abordar el catamarán que nos llevaría a Pudeto, el punto de salida del parque.
Como el camino ya lo conocíamos, no tuvimos la necesidad de detenernos a tomar fotografías, además, debíamos reducir en una hora nuestro tiempo de marcha, en comparación a lo que tardamos en llegar, ya que de lo contrario, perderíamos el catamarán.
En resumen, nuestro avance fue rápido, sin detenciones, ni siquiera para comer o tomar agua, solo disminuíamos la velocidad en los puntos más riesgosos, como piedras húmedas y resbaladizas, o sectores de fuertes ráfagas de viento.
Cuernos del Paine desde catamarán, Lago Pehoé
A las 11:00 hrs estábamos de vuelta en Paine Grande, listos para abordar el catamarán, y recorrer por media hora el majestuoso Lago Pehoé, donde también se pueden observar los imponentes Cuernos del Paine, culminamos nuestra con la llegada a Pudeto, que es otro punto de acceso al Parque Nacional Torres del Paine, y donde se puede comenzar la Ruta W en el otro sentido, al contrario de lo hecho por nosotros, con ingreso en Laguna Amarga.
Desde Pudeto abordamos un bus que nos llevó de regreso a Puerto Natales, y desde ahí, iniciamos el retorno a Punta Arenas, tras cinco días de aventura, contacto con la naturaleza, los elementos, y lo que realmente significa la Patagonia, un paraíso al sur del mundo.
Como tercera recomendación, y la última, disfruten el parque, respeten las recomendaciones del personal de CONAF, no hagan fuego fuera de las zonas establecidas, Torres del Paine no es solo de los chilenos, es un patrimonio natural del planeta, y todos debemos cuidarlo.
Muchas gracias a CONAF y a Vértice Patagonia, a todo su equipo humano, por el apoyo logístico y por permitirnos concretar este proyecto.